miércoles, 31 de diciembre de 2014

BATALLA DE PICHINCHA

La noche del 23 de mayo inician movimientos las vanguardias libertarias, la una al mando del Crnl. Córdova compuesta por dos cía. del batallón “Magdalena” y del “Trujillo” y la otra al mando del Crnl. Santa Cruz toman la vía Chillogallo-Pucará-Guairapungo-Unguí-Chilibulo-Lomas de la Chilena y San Juan, a eso de las ocho de la mañana del 24 de Mayo de 1.822 llegan a las alturas del Pichincha.

Sucre previniendo la batalla determina que una cía. del batallón “Paya” reconozca las posibles rutas de aproximación realistas mientras que el batallón “Trujillo” espera al enemigo y apoya las labores de “reconocimiento”.
El Mariscal Aymerich conocedor del movimiento libertario, reúne a su estado mayor  muy temprano el mismo 24 de Mayo y decide que su ejército marche hacia las faldas del Pichincha “domine las alturas y bata al ejército rebelde”, para muchos entendidos el movimiento de Aymerich fue bastante imprudente a causa de lo escarpado del terreno y el intento de interceptar a su enemigo en semejante altura solo puede ser calificado como un acto heroico o cargado de desesperación al comprender las intenciones del Gral. Sucre.
Hay que señalar que la falda del Pichincha, lugar en donde se desarrolló la batalla, esta a una altura de 3.500 mts. sobre el nivel del mar y, se encuentra rodeada al norte  y al este por la Quebrada Cantera, al sur por la Quebrada Santa Lucía y, al oeste por las estribaciones andinas.
Por otra parte la decisión de Aymerich también pudo deberse al alto grado de desconfianza por parte del jefe realista hacia la población civil que comenzaba a aumentar su actividad subversiva a favor del bando libertario, por lo que a su juicio sus tropas no podían presentar batalla en el ejido, sitio en el que ya se encontraban la caballería y centenares de patriotas alzados que atacarían a sus espaldas permitiendo al Gral. Sucre atacar de frente y destruir su fuerza.
A las nueve y media de la mañana las tropas de la cía. “Paya” entran en contacto con la fuerza realista  y se “rompe” el fuego, oportunamente llega el batallón “Trujillo” y continúa el combate, no tardan en producirse las primeras bajas de lado y lado.
Sorprendido en un inicio, las fuerzas realistas se reordenan y reinician un furiosos ataque que produce un “boquete” en las líneas patriotas, Sucre previendo esto envía al Crnl. Morales con dos Cías. del “Yaguachi” a detener esta irrupción realista.
Al ver que los españoles continuaban con su embestida, Sucre ordena que las dos Cías. del “Magdalena” a ordenes del Crnl. Córdova ejecuten un movimiento “envolvente” al flanco realista con la finalidad de colocarse detrás de las posiciones enemigas, Córdova dirige a sus huestes, según lo dispuesto por el Gral Sucre, pero un ramal de la Quebrada Cantera impide concluir con la orden por lo que tiene que regresar sobre sus pasos a formar parte del “ala” izquierda de combate.
En tanto el resto de la infantería bajo la dirección del Gral. José Mires, que días antes al enfrentamiento consiguió fugarse de la cárcel de Quito y reunirse con sus huestes, continua su avance.
A eso de las 11 de la mañana las municiones comienzan a escasear entre las filas patriotas por lo que el batallón “Trujillo” comienza a replegarse, ante esta eventualidad el Crnl. irlandés Daniel O Leary, uno de los edecanes del Gral. Sucre, en acción desesperada, apresura el aprovisionamiento de municiones utilizando indigenas cargadores según lo dispuesto por el jefe libertador, pero la retirada se vuelve inminente tanto es así que la caballería de la división peruana también comienza a retirarse.
Al ver esto Sucre ordena al Crnl. Ibarra y al escuadrón de “Dragones del Sur” contener a los escuadrones peruanos y evitar su retiro del campo de batalla, viendo estos acontecimientos los realistas destacan tres cías. del batallón “Aragón”, ubicados en las lomas de El Placer, para ganar altura y flanquear a las fuerzas patriotas de Córdova.
Al medio día llegan las municiones y se vuelve a la lucha, ante el reinicio de las hostilidades, Sucre manda a proteger al batallón “Albión” el flanco derecho del batallón “Alto Magdalena”, que estaba siendo atacado por más de medio batallón realista “Aragón” que trataba, junto a otra unidad realista, cortarlo e interponerse por el flanco izquierdo de la línea sostenida por el batallón “Yaguachi”.
Una vez retiradas las fuerzas peruanas, Sucre se da cuenta que debe reforzar al batallón “Yaguachi” que casi había agotado sus municiones, e imparte esta orden al Gral. Mires que desmonta, desenvaina su espada y toma la dirección del batallón “Paya” con el que carga por el flanco derecho, que con la retirada de los peruanos había quedado descubierto.
Los realistas habían ganado terreno de tal forma que el batallón “Aragón” estaba próximo a coronar la altura y se hallaba parapetado dentro del bosque, en ese instante interviene el batallón patriota “Albión” que había conseguido ubicarse a mayor altura que el batallón realista, lo ataca con todo y lo vence claramente.
Sucre al ver esta acción decide atacar con toda su fuerza disponible, directo, al centro de las huestes españolas rompiendo sus líneas y así alcanzando la victoria tan anhelada.

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